Pensamos que tenemos todo el tiempo del mundo para hacer de todo, y en la mitad de los casos no es así. El “vive cada día como si fuera el ultimo” no ha caído del cielo, solo es lo que hay que hacer. Vivir, en vez de lamentarse por las decisiones tomadas, decisiones equivocadas. Hay que vivir la vida al máximo, nunca sabes lo que pasara mañana, si de verdad hoy será tu último día en la tierra. Por que cada minuto, cada momento, es oro, único e irrepetible. Creemos que las sensaciones, los sentimientos que tengamos en un determinado momento, las volveremos a sentir otra vez, pero no es así. Las cosas solo pasan una vez en la vida, y si vuelven a pasar, en ese caso, serán parecidas, pero nunca iguales, nada se hace o se siente igual dos veces. Por eso cada momento es único. Por eso hay que vivir la vida al máximo, por lo que no puedas hacer mañana; por eso hay que vivir el presente, por que del pasado no se vive. Ayer es lo que eres hoy, pero no lo que serás mañana. Así que es mejor vivir el presente que vivir en el pasado, por que de lo que vivas hoy serás mañana.
Vive siempre el presente.
Vive y se feliz.
BESOS
viernes, 31 de diciembre de 2010
martes, 28 de diciembre de 2010
CUANDO SOMOS NIÑOS
¿Nunca habéis pensado que todo es mas fácil cuando se es niño?
No existían los corazones rotos, ni los amores imposibles.
Tu mayor temor, era que te pillaran en el pilla-pilla, al escondite, o cualquier juego parecido que nos encantaba de pequeños. Lo mejor, era que tu abuelo te diera la propina para ir al quiosco a comparte algo, aunque solo fueran 20 céntimos.
Las tardes las pasábamos en el parque, jugando siempre a lo mismo, y nunca nos aburríamos, ni nos cansábamos de correr. Jugamos con quien fuera, daba igual que fuéramos amigos o no. Y nos hacíamos amigos nuevos con cuatro palabras de las mas sencillas, "Hola, ¿como te llamas?", y confiábamos en ese nuevo amigo, tanto como en los demás.
Todo, absolutamente todo, se arreglaba con un "Lo siento.", y después, todo volvía a estar como antes. Cuando un amigo te empujaba, y acabas en el suelo, llorando, y nuestra madre venia corriendo a por nosotros, el berrinche se nos pasaba en cinco minutos y a los diez, volvíamos a correr con el que nos había empujado.
No existían el rencor, ni la venganza. Y la violencia, la de verdad, quedaba muy lejos.
El tiempo pasaba tan rápido, que apenas nos dábamos cuenta. Parecía que eramos mas felices, como si viviéramos el momento, sin preocuparnos por nada mas. Y era verdad. Cuando eramos niños, no nos preocupaba nada, salvo jugar en el parque durante toda la tarde.
Ahora se dice, que quien no veía las típicas series, no tuvo infancia. Pero creo que la infancia esta sobre valorada. Ahora todos los niños tienen nintendos, play stations o cualquier cosa de estas. Y dejan de jugar en el parque y pasarse la tarde corriendo, por jugar con todo esto.
Yo creo, que los que no tengan esto, tardes incansables en el parque, no tienen infancia. Por que la infancia es eso, correr, divertirse, vivir el momento sin preocuparte por nada.
No existían los corazones rotos, ni los amores imposibles.
Tu mayor temor, era que te pillaran en el pilla-pilla, al escondite, o cualquier juego parecido que nos encantaba de pequeños. Lo mejor, era que tu abuelo te diera la propina para ir al quiosco a comparte algo, aunque solo fueran 20 céntimos.
Las tardes las pasábamos en el parque, jugando siempre a lo mismo, y nunca nos aburríamos, ni nos cansábamos de correr. Jugamos con quien fuera, daba igual que fuéramos amigos o no. Y nos hacíamos amigos nuevos con cuatro palabras de las mas sencillas, "Hola, ¿como te llamas?", y confiábamos en ese nuevo amigo, tanto como en los demás.
Todo, absolutamente todo, se arreglaba con un "Lo siento.", y después, todo volvía a estar como antes. Cuando un amigo te empujaba, y acabas en el suelo, llorando, y nuestra madre venia corriendo a por nosotros, el berrinche se nos pasaba en cinco minutos y a los diez, volvíamos a correr con el que nos había empujado.
No existían el rencor, ni la venganza. Y la violencia, la de verdad, quedaba muy lejos.
El tiempo pasaba tan rápido, que apenas nos dábamos cuenta. Parecía que eramos mas felices, como si viviéramos el momento, sin preocuparnos por nada mas. Y era verdad. Cuando eramos niños, no nos preocupaba nada, salvo jugar en el parque durante toda la tarde.
Ahora se dice, que quien no veía las típicas series, no tuvo infancia. Pero creo que la infancia esta sobre valorada. Ahora todos los niños tienen nintendos, play stations o cualquier cosa de estas. Y dejan de jugar en el parque y pasarse la tarde corriendo, por jugar con todo esto.
Yo creo, que los que no tengan esto, tardes incansables en el parque, no tienen infancia. Por que la infancia es eso, correr, divertirse, vivir el momento sin preocuparte por nada.
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